18 de junio de 2025 – 11:18 hs
Mientras crece la expectativa por la movilización nacional en apoyo a Cristina Fernández de Kirchner, el Ministerio de Seguridad de la Nación, conducido por Patricia Bullrich, desplegó un masivo operativo de control en rutas y accesos a la Ciudad de Buenos Aires. Micros con manifestantes que se dirigían hacia la Plaza de Mayo fueron interceptados durante la noche y madrugada, en medio de temperaturas extremadamente bajas.

Controles e intimidación
El despliegue comenzó en varios puntos del país, con especial presencia en la Ruta 9 (Rosario – Buenos Aires), donde patrulleros de la Policía Federal y Gendarmería escoltaron caravanas de larga distancia, obligando a detener la marcha de los vehículos. Según denunciaron los pasajeros, fueron obligados a descender de los micros para ser requisados, sin órdenes judiciales ni garantías legales.
En la autopista Ricchieri, uno de los accesos clave desde el conurbano bonaerense a la Capital, se replicó el operativo. Gendarmes y efectivos de la Policía Federal subieron a los vehículos, inspeccionaron pertenencias y tomaron fotografías de los pasajeros, todo sin presencia de personal de tránsito ni justificación formal. Muchos micros fueron demorados o directamente desviados de sus rutas originales.
“Nos bajaron, nos revisaron y nos filmaron”
Militantes que viajaban desde Córdoba, San Luis y Mendoza describieron el operativo como un acto de hostigamiento. “Por cada lugar que pasamos nos sacan fotos y nos filman. Es una persecución”, contó una mujer que viajaba desde Villa Mercedes. En esa ciudad, al menos cinco micros fueron apartados de su trayecto sin explicaciones.
Luis, un manifestante cordobés, relató en Radio Diez: “Nos revisaron bolsos, documentos, y hasta nos sacaron fotos uno por uno. Fue humillante”. Desde Mendoza, otra manifestante describió que los tenían “encapsulados, sin poder parar ni en estaciones de servicio”.
Incluso en San Juan, algunos colectivos fueron detenidos y a sus pasajeros se les impidió continuar viaje, quedando literalmente a pie en medio de la ruta.
Provocación sin violencia
En todos los casos, los manifestantes reaccionaron de forma pacífica. Algunos respondieron al hostigamiento con ironía, entonando la Marcha Peronista con los dedos en V en alto, mientras agradecían “el recibimiento” de las fuerzas de seguridad.
Hasta el momento, y pese a la tensión creciente, no se registraron episodios violentos ni enfrentamientos directos. Sin embargo, el clima generado por los controles refleja un claro intento de disuadir y desgastar la movilización.

Un operativo de alto impacto político
La medida dispuesta por Bullrich, que se ampara en el protocolo “antipiquetes” del Ministerio de Seguridad, es cuestionada por múltiples sectores políticos y sociales, que ven en estos controles una forma de criminalizar la protesta.
En un contexto de fuerte polarización y con Cristina Kirchner como figura central del debate político, el operativo se interpreta como una estrategia para impedir la llegada masiva de militantes a una jornada de alto contenido simbólico.
Requisaron un colectivo con militantes de Necochea
El control fue transmitido en vivo por el canal de noticias TN, donde se observó a los uniformados inspeccionando el vehículo y solicitando documentación a los pasajeros mientras se dirigían hacia la zona de Plaza de Mayo, lugar donde se concentraban columnas de militantes de todo el país.
“Democracia sí, dictadura no. En plena DEMOCRACIA requisan, como si estuviéramos en dictadura, el micro de militantes de Necochea que solo deseamos participar de un acto en defensa de CFK”
Exclamó un dirigente local.