Buenos Aires, 17 de julio de 2025 – A pocos días del cierre de listas, la política bonaerense asiste a la formalización de la “Alianza La Libertad Avanza”, una unión entre el PRO y el partido del presidente Javier Milei que, si bien busca desbancar al peronismo, ya exhibe profundas fisuras internas y desafíos en su consolidación territorial.

Tras una década en la escena política, el PRO ha realizado un movimiento inesperado, cediendo terreno ante la fuerza liderada por los hermanos Milei. Esta maniobra, que sienta un precedente, es percibida como una absorción del PRO por parte de La Libertad Avanza, que ha sabido leer la coyuntura política bonaerense y acomodar las fichas a su antojo. El desafío ahora radica en la capacidad de los libertarios para doblegar las voluntades de los “caciques amarillos” a nivel distrital.
Bajo el nuevo nombre, ambos partidos buscarán alcanzar lo que no lograron por separado en 2023: desbancar al peronismo del podio electoral. Sin embargo, este nuevo sello ha tenido un alto costo para el PRO, un partido que nació para dirigir los destinos de la Ciudad de Buenos Aires y que logró posicionar un presidente y una gobernadora en la provincia más poblada del país. Hoy, se ve obligado a agachar la cabeza en su intento por sostener el relato de ser la principal fuerza antagónica del peronismo. Con Karina Milei actuando como una figura central y ordenadora, La Libertad Avanza ha demostrado comprender la construcción de hegemonía en la política argentina, una lección que, según algunos análisis, el PRO no supo capitalizar. En esta nueva contienda, La Libertad Avanza parece proponer, y el PRO, disponer. Resta saber si los “amarillos” permitirán a los libertarios marcar a su antojo el ritmo electoral.
El principal problema no reside en los colores o el nombre de la alianza, sino en la contención de los jefes distritales del PRO que aún ven con reticencia este pacto. Estos intendentes deberán sostener lo que queda de Juntos por el Cambio en sus comunas. Si bien el PRO anuncia que comanda 13 distritos, la realidad es que son 9: General Pueyrredón, Pinamar, Arrecifes, Campana, Zárate, Vicente López, Junín, Pergamino, Nueve de Julio y Lobos. Cabe destacar que San Isidro, bajo Ramón Lanús, responde a Patricia Bullrich; Coronel Pringles, con Lisandro Matzkin, podría jugar con su propio sello vecinalista; y en Puan, Diego Reyes optará por boleta corta al no ver posibilidades de acuerdo con los libertarios.
La tensión se agudizó con anuncios recientes: el intendente de Pergamino, Javier Martínez, ha declarado que no será parte de la alianza y se presentará por el partido de los hermanos Passaglia de San Nicolás, a pesar de un acuerdo previo. Asimismo, se rumorea que Pablo Petrecca, intendente de Junín, también podría dar la espalda a lo negociado por Cristian Ritondo, generando incertidumbre sobre a quién más podría arrastrar en su viraje.
A pesar de los anuncios, alcaldes referenciados en Jorge Macri, como Pablo Petrecca (Junín), María José Gentile (9 de Julio) y Soledad Martínez (Vicente López), han expresado que el acuerdo macro debe traducirse en hechos concretos. “Veremos qué tan dispuestos al acuerdo están los referentes libertarios”, señaló un armador “amarillo” del interior. Una situación similar vive el angelicista Javier Martínez, quien convive con la oposición de los concejales libertarios en el Concejo Deliberante.
Un Objetivo Común: Desbancar al Peronismo
Alejandro Carrancio, exdiputado y vicepresidente de La Libertad Avanza en la provincia de Buenos Aires, detalló en un programa radial que el objetivo de esta alianza no es solo un “acuerdo electoralista”, sino un “proyecto común” para aunar esfuerzos en busca de desbancar al peronismo de la conducción de la provincia de Buenos Aires.
Aunque la conferencia de prensa que anunció el pacto estuvo marcada por abrazos y fotos sonrientes, tanto La Libertad Avanza como el PRO enfrentan una tarea titánica: bajar esta unión a los territorios. Carrancio indicó que existen borradores, pero que aún deben hablar “fuertemente de cómo ir definiendo la lista”. No obstante, la decisión política acordada es la de ordenar el tablero de abajo hacia arriba en los 135 distritos. “Si se ponen de acuerdo nuestros referentes con los de ellos y nos traen un proyecto de lista, nosotros podemos hacer una suerte de homologación”, agregó.
En aquellos distritos donde no haya un entendimiento sobre quién encabeza o cómo se ordena la lista, Carrancio advirtió que deberán intervenir para encontrar “la mejor oferta posible”. Insistió en que, hasta el momento, las respuestas en los primeros borradores de la mayoría de los municipios son positivas, aunque la “madre de las batallas” se librará en los distritos grandes y sus “particularidades”.
Consultado sobre la métrica para el armado de listas, Carrancio negó los rumores de una fórmula donde el 70% sería ocupado por “músculo libertario” y el resto por “tropa amarilla”. Además, el actual coordinador de INPROTUR desmintió rotundamente que esta asociación implique la pérdida de identidad del PRO, alegando que la unión se dio naturalmente por “afinidad ideológica”. “Al 2027 esperamos llegar de la misma forma pero más aceitados”, aseveró. Cabe destacar que Cristian Ritondo, presidente del PRO a nivel provincial, tuvo declaraciones similares, afirmando que para este pacto electoral “se suman identidades en función de un mismo objetivo”.
Abstención y “Fuego Amigo” en La Libertad Avanza
Quienes no quedaron del todo conformes con esta nueva alianza son aquellos que visten el morado y marchan bajo el estandarte de “Las Fuerzas del Cielo”. Aparentemente, la tercera pata que compone el “triángulo de hierro”, Santiago Caputo, no fue parte de la orquestación de esta nueva estructura electoral.
Esto se debe a que, al igual que el PRO, “Las Fuerzas del Cielo” buscan llenar los lugares en las listas con gente de su propio armado y ser reconocidas al momento del cierre. La pretensión de la tropa de Caputo sería la de ocupar los primeros lugares con “libertarios pura cepa”.
Teniendo en cuenta el peso de los “trolls libertarios” en las redes sociales, con cuentas que oscilan entre los 200 y 500 mil seguidores, y la influencia que tienen en la juventud, la posibilidad de que “Las Fuerzas del Cielo” elijan la abstención si quedan fuera de los lugares de decisión podría poner en riesgo todo el plan de la alianza.