Crisis en el PRO bonaerense: Furia contra Cristian Ritondo por alianzas y listas

La salida de intendentes, la puja por los lugares en las listas y una inminente ruptura en el Senado provincial sacuden al partido amarillo.

El PRO bonaerense atraviesa un momento de alta tensión, con el foco de la crítica puesto en su presidente, Cristian Ritondo. A la ya conocida fuga de intendentes que abandonaron la alianza con La Libertad Avanza, se suman ahora fuertes reclamos internos que señalan a Ritondo por supuestamente no defender los intereses del partido en las negociaciones de listas, ceder la crucial Octava Sección Electoral (La Plata) a la fuerza libertaria y buscar imponer la conducción de la bancada en el Senado a partir de diciembre.

La dirigencia territorial del PRO considera que el acuerdo con el oficialismo nacional, sellado tras la derrota en la Ciudad de Buenos Aires, ha sido perjudicial para sus bases. Desde hace tiempo, los referentes locales ven cómo el “mileísmo” socava su poder en los concejos deliberantes de sus distritos. Las acusaciones contra Ritondo y Diego Santilli, arquitectos de este pacto, se centran en que no habrían peleado por lugares propios en las listas municipales y pretenden armar las nóminas seccionales desde la comodidad de la Capital Federal.


El “caso La Plata” que desató la tormenta

La situación en la Octava Sección Electoral, que incluye a La Plata, ha sido el detonante de la furia interna. El pasado viernes, el senador platense Marcelo Leguizamón manifestó su indignación en redes sociales, exigiendo que el partido sea conducido por bonaerenses. “Les da lo mismo la Legislatura de la Ciudad que cualquier sección o municipio de la Provincia”, sentenció Leguizamón, apuntando directamente a la cúpula del PRO y criticando que “no alcanza con recorrer distritos en campaña para la foto”.

Circulan fuertes rumores de que en la Octava Sección, que elegirá seis bancas para la Cámara de Diputados, La Libertad Avanza se quedaría con todos los lugares “entrables”, relegando a los dirigentes del PRO que aspiran al segundo puesto. Nombres como Carolina Barros Schelotto y Julieta Quintero Chasman estarían en riesgo, mientras que crecen las posibilidades para figuras libertarias como Carolina Piparo y Soledad Pedernera, esta última cercana a Santiago Caputo.

Desde el PRO platense afirman que no hubo conversaciones con los referentes locales y que Ritondo y Santilli habrían acordado un reparto de legisladores bonaerenses en otras secciones electorales, excluyendo por completo a la Octava. La herida es aún más profunda porque, según las proyecciones, el PRO obtendría solo “un concejal y medio” en el Concejo Deliberante platense. La falta de diálogo con los referentes locales es calificada de “escándalo”.


Inminente ruptura en el Senado bonaerense

A esta crisis se suma el creciente malestar en el bloque del PRO en el Senado bonaerense, que cuenta con nueve representantes. Se rumorea que Matías Ranzini, actual presidente de la bancada en Diputados y sin posibilidad de reelección, sería enviado al Senado por la Cuarta Sección. Esta movida ha generado fuerte descontento entre los legisladores alineados con otras figuras del partido:

  • María Subiza, cercana a la familia Passaglia de San Nicolás.
  • Juan Rico Zini, del espacio del intendente de Pergamino, Javier Martínez, y cercano a Daniel Angelici.
  • Marcelo Leguizamón, figura sin una referencia bonaerense clara.
  • Yamila Alonso, del equipo del intendente de Junín, Pablo Petrecca, y con rumores de un posible salto de bloque.
  • Jorge Schiavone, que responde a Néstor Grindetti.
  • Christian Gribaudo, actual presidente del bloque, hombre de Angelici que ha perdido terreno en su búsqueda de reelección.

Solo Alejandro Rabinovich (cercano al intendente de Mar del Plata, Guillermo Montenegro), Aldana Ahumada (de la línea de Ritondo) y Alex Campbell (referenciado en María Eugenia Vidal y que mantiene un perfil bajo) se mantendrían alineados con la cúpula que impulsa el acuerdo. Este escenario, sumado a la posible llegada de Ranzini, haría inviable una bancada homogénea y unificada bajo una única conducción.

Todo indica que la furia interna en el PRO bonaerense no hará más que escalar en las próximas semanas, con la sombra de Karina Milei, que parece ir “por todo” en el reordenamiento político de la provincia.

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