Buenos Aires, 31 de julio de 2025 – El ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, ha realizado un giro discursivo notable respecto a la política cambiaria. Tras meses de celebrar un dólar contenido en la parte baja de la banda de flotación, el mensaje oficial ahora se enfoca en que la suba del tipo de cambio es una recuperación de competitividad que, según el gobierno, no se está trasladando a precios.

De la Celebración del “Dólar Planchado” a la Nueva Narrativa
En abril, cuando se implementó el nuevo esquema de flotación administrada, el equipo económico había festejado la estabilidad del dólar, que se movía entre $1.000 y $1.400. La narrativa oficial, impulsada por figuras como Federico Furiase y Felipe Núñez, era que el saneamiento fiscal y monetario permitía tener un tipo de cambio controlado cerca del piso de la banda, sin presiones inflacionarias. El mensaje era claro: el “mandato del Presidente es bajar la inflación, no comprar reservas”. Se llegó incluso a sugerir que se comprarían divisas sin alterar la macroeconomía, reforzando la idea del “dólar regalado”.
Con el paso de las semanas, el mercado se recalentó. El rebote del dólar fue lo suficientemente fuerte como para que el Índice de Tipo de Cambio Real Multilateral (ITCRM) creciera un 6,2% en el último mes, alcanzando su valor más alto desde mayo. Esta mejora se explica principalmente por la apreciación bilateral frente a Estados Unidos (+7,5%) y frente a otros socios comerciales (+5,9%).
El Nuevo Enfoque: “Ganamos Competitividad”
En este contexto, Caputo ha rectificado su relato. Ahora, el ministro sostiene que el rebote del dólar no solo era esperable, sino también deseable. “Ganamos competitividad”, afirmó, celebrando que esta suba no se haya trasladado a los precios. La nueva narrativa oficial es que la subida del dólar no importa, ya que el superávit fiscal frena la emisión monetaria que genera inflación.
Sin embargo, fuentes del mercado advierten que la emisión podría manifestarse a través de otros canales, como el desarme de las Letras de Liquidez (LELIQ) o las ventas de dólar futuro que el Banco Central ha realizado por debajo del precio mayorista de julio, lo que lo obligará a inyectar pesos para cumplir con esos contratos.
El Tesoro Compra Dólares en Silencio
El cambio de discurso está respaldado por movimientos concretos del Tesoro en el mercado cambiario. Sin hacer grandes anuncios, el equipo económico ha comenzado a intervenir en la plaza con compras sistemáticas de divisas. Caputo confirmó en su cuenta de X que se adquirieron US$1.500 millones en las últimas 35 jornadas.
Si bien consultoras privadas estiman que las compras podrían ser menores, la operación es un hecho. La consultora Portfolio Personal calcula que entre junio y el 28 de julio, el Tesoro compró cerca de US$990 millones a un tipo de cambio promedio de $1.252. A medida que el dólar sube, el Tesoro aprovecha la situación para recomponer reservas en el mercado local. A pesar de los esfuerzos, el dólar mayorista cerró julio apenas un 6,5% por debajo del techo de la banda, mostrando la presión que aún existe en la plaza cambiaria.