Un informe del Instituto de Geología de Costas y del Cuaternario ha encendido las alarmas sobre el futuro de las playas bonaerenses. Según Federico Isla, director del organismo, los distritos costeros están perdiendo entre medio y un metro de playa cada año, un fenómeno que combina causas naturales con la mano del hombre.
Los municipios más afectados por esta erosión costera son La Costa, Mar Chiquita, Villa Gesell, Pinamar y Necochea. La situación es tan grave que, según Isla, “se está perdiendo patrimonio provincial”, con lotes y balnearios quedando bajo el agua. La imagen de “gente que entra a su casa por la playa” o “avenidas costaneras que se las comió el mar” ilustra la magnitud del problema. La erosión ya no es exclusiva de Buenos Aires; también está afectando a costas de la Patagonia, incluyendo playas de grava.
Una ley de costas pendiente
Isla critica que no se respete la actual ley N° 8.912, que exige dejar los primeros 150 metros costeros libres de construcciones y forestaciones. Sin embargo, considera que la normativa necesita una actualización. Aunque hubo un intento de consenso entre municipios, la provincia y científicos para crear una Ley de Manejo Costero, el proyecto se estancó debido a los “muchos intereses en juego”, ya que “la costa es un gran negocio para los municipios”.
Un estudio científico vincula la escollera de Quequén con la erosión costera
Un estudio técnico-científico del Instituto Nacional del Agua (INA) ha puesto el foco en el impacto de la escollera del Puerto Quequén como causa principal de la erosión en la costa local. La investigación, titulada “Caracterización de la dinámica litoral de la costa marítima bonaerense”, se elaboró en conjunto con la Universidad de la República de Uruguay y fue publicada en 2020.
Los puertos como factor de alteración ambiental
El informe subraya que “la constante acción del oleaje y el impacto de los eventos de tormenta severos son los responsables primarios de la dinámica erosiva de la costa bonaerense”. Sin embargo, el estudio va más allá y destaca que infraestructuras de gran envergadura como los puertos “alteran sensiblemente los procesos de la dinámica litoral”.
La investigación explica que la construcción de un puerto interfiere en el transporte de sedimentos, lo que provoca un déficit de arena y, por tanto, erosión en la zona adyacente. Aunque esta situación suele encontrar un nuevo “equilibrio” con el tiempo, la configuración de la línea de costa cambia.
La prolongación de la escollera, el origen de la erosión actual
Según el estudio, tras la construcción inicial de la escollera de Quequén a principios del siglo XX, la costa alcanzó un estado de equilibrio que se mantuvo durante un largo período. No obstante, la posterior extensión de la escollera fue la que desencadenó los actuales procesos erosivos.
El informe detalla que los efectos se notan fundamentalmente en la zona de Bahía de los Vientos, y los atribuye a “un cambio en los patrones de difracción del oleaje generados por la prolongación de la Escollera Sur del puerto”. En este sentido, la publicación sugiere que, de no realizarse obras de control, la costa continuará su camino hacia una nueva configuración de equilibrio, que podría alcanzarse en el mediano plazo.
¿Por qué se están perdiendo las playas?
El fenómeno, de acuerdo con la Comisión de Investigaciones Científicas (CIC), se debe a una combinación de factores:
- Factores naturales:
- Tormentas y sudestadas más frecuentes: La intensificación de estos fenómenos genera olas más altas y constantes, que erosionan la arena.
- Aumento del nivel del mar: El derretimiento de glaciares es una causa ineludible. El IPCC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático) proyecta un aumento mínimo de 40 cm para el año 2100, con un escenario pesimista de 80 cm.
- Intervención humana:
- Urbanización descontrolada: El geólogo advierte que se construye en lugares que no son aptos. Los puertos, por ejemplo, “obstruyen la deriva litoral”, impidiendo el movimiento natural de la arena.
- Mal manejo de balnearios: El movimiento de arena en estos establecimientos también es contraproducente.
- Sobreforestación: En lugares como Villa Gesell o Pehuen Có, la plantación excesiva de árboles en la primera línea de dunas ha impedido que la arena se mueva y recupere las playas de forma natural.