UCR se enciende la carrera por su sucesión: quiénes son los candidatos mejor posicionados

La UCR definió que el próximo 12 de diciembre, a las 14, en la sede nacional del partido, se realizará el plenario que elegirá al sucesor de Martín Lousteau al frente del Comité Nacional. La convocatoria, resuelta por unanimidad, llega tras el reacomodamiento legislativo previsto para después del 10 de diciembre y marca el cierre de una etapa que dejó profundas tensiones internas.

Lousteau nunca logró amalgamar al conjunto del radicalismo y terminó aislado por su postura crítica hacia el Gobierno nacional. Su votación solitaria contra la Ley Bases, mientras la mayoría del bloque acompañaba, se volvió un símbolo de ese distanciamiento. Durante su conducción coincidieron la ruptura del bloque en Diputados y el surgimiento de facciones con posiciones disímiles: desde los alineados con la Casa Rosada hasta los críticos agrupados en Democracia para Siempre, pasando por los “radicales con peluca” que confluyeron en La Libertad Avanza.

Sin intención de renovar mandato y con un rol creciente en el armado de Provincias Unidas, Lousteau dejará el camino despejado para una dirigencia más cercana al Gobierno. Y la disputa ya tiene nombres definidos.

El candidato mejor posicionado es el gobernador correntino Gustavo Valdés, el único radical que ganó en su provincia sin ceder el armado a acuerdos asimétricos con LLA. Su triunfo bajo el paraguas de Provincias Unidas lo fortaleció y lo dejó en ventaja frente a otros referentes. En contraste, Alfredo Cornejo (Mendoza) y Leandro Zdero (Chaco) se impusieron en sus distritos con fuerte intervención de la Casa Rosada y concesiones en la conformación de alianzas y listas.

Si bien en el entorno de Valdés evitan confirmar una decisión, admiten que su nombre es el que genera más consenso. Y advierten que solo saldría a competir si Cornejo intentara disputar el liderazgo. Por ahora, el mendocino no dio señales de querer asumir una responsabilidad partidaria mientras gobierna su provincia.

Otro nombre mencionado, aunque con menos fuerza, es el del senador bonaerense Maximiliano Abad. Sin embargo, la crisis del radicalismo en la provincia de Buenos Aires, que quedó sin representación en las últimas elecciones, debilita sus posibilidades. También se intentó instalar al cordobés Mario Negri, pero desde su entorno negaron rotundamente interés o viabilidad: “ni siquiera es delegado”, remarcaron.

Mientras avanza la discusión sobre el Comité Nacional, el partido también deberá resolver la reunificación de los bloques en Diputados. Con apenas una docena de legisladores, la condición indispensable para lograr ese acuerdo sería que la conducción no quede en manos de ninguno de los extremos internos. El cornejismo pretende impulsar a Pamela Verasay, pero ese movimiento podría tensar nuevamente la cuerda.

La definición de la nueva conducción marcará un cambio de época dentro de la UCR: tras un ciclo dominado por confrontaciones internas y tensiones con la Casa Rosada, el partido busca una figura capaz de sintetizar, ordenar y reconstruir su peso político nacional.

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