Con la renuncia de Jimena López —quien asumió como diputada nacional— el Puerto Quequén vuelve a quedar sin conducción formal justo cuando se inicia la cosecha fina, momento clave para los despachos de trigo y cebada.
La situación recuerda a la vivida tras la salida del anterior presidente del consorcio, hoy intendente Arturo Rojas, y el nombramiento tardío de su sucesor en 2020. Durante ese período el puerto funcionó en “piloto automático”: la ley provincial exige que las reuniones del directorio sean convocadas por su presidente, y no prevé mecanismos para reemplazos provisionales.
Fuentes portuarias advierten que, pese a que podrían realizarse “reuniones informales” como las de 2020, el contexto actual es más complejo: está en trámite una licitación esencial para la terminal portuaria, cuyo contrato ya venció, lo que hace urgente una definición institucional.
En el sector portuario local reina la expectativa: se aguarda que el gobierno provincial designe pronto un nuevo titular para el Consorcio. Circulan rumores sobre posibles candidatos, aunque aún no hay confirmaciones.
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