Energía: Se duplicará la potencia disponible
La empresa Pro Obra ha sido la adjudicataria de la tan esperada repotenciación de la subestación eléctrica de Quequén, un proyecto de gran envergadura que tiene como objetivo principal duplicar la capacidad energética de la zona. Se espera que esta obra, largamente anhelada por la comunidad empresarial y los vecinos, se convierta en el motor de una nueva era de desarrollo económico, atrayendo inversiones y generando una importante cantidad de puestos de trabajo directos e indirectos.
Con una inversión millonaria que asciende a 25.000 millones de pesos, el proyecto cuenta con el financiamiento del Ministerio de Infraestructura de la Provincia de Buenos Aires. Se estima que los trabajos comenzarán en el plazo de un mes y que el período de ejecución se extenderá por dos años, marcando un hito en la modernización de la infraestructura eléctrica de la región.
Un salto histórico para la infraestructura local
La importancia de este proyecto reside en el salto cualitativo que representará para la infraestructura local. Actualmente, la subestación de Quequén opera con una potencia instalada de 15 megavatios, un límite que ha restringido el crecimiento industrial y comercial. Con esta repotenciación, la cifra se disparará a 60 megavatios, lo que representa un aumento masivo de energía que abre las puertas a la radicación de nuevas empresas de gran escala, que antes no podían considerar la zona por falta de suministro eléctrico suficiente.
El impacto de este aumento energético ya se vislumbra en proyectos concretos, como la maltera que planea instalarse en la margen del río Quequén, un emprendimiento que por sí solo consumirá 3,5 megavatios en su hora pico. Esta capacidad energética ampliada también podría facilitar la instalación de otros proyectos agroindustriales y logísticos, aprovechando la cercanía con el puerto.
Desarrollo y empleo, las grandes promesas
Más allá del incremento de megavatios, la obra trae consigo la gran promesa de la generación de empleo. Se calcula que, entre puestos directos en la construcción y empleos indirectos en servicios asociados, se crearán entre 3.000 y 4.000 puestos de trabajo en la ciudad. Esto no solo dinamizará la economía local durante la ejecución del proyecto, sino que sentará las bases para un crecimiento sostenido.
El impacto social de estas cifras es significativo. Se estima que unos 4.000 empleos directos se traducen en aproximadamente 6.000 personas beneficiadas, considerando a los familiares de los trabajadores. Esto no solo implica la obtención de un salario, sino también la posibilidad de acceder a una cobertura social, estabilidad financiera y, en última instancia, un futuro más estable para muchas familias.
La modernización de la infraestructura eléctrica llega en un momento clave para la región, y se espera que sea el motor de un desarrollo económico y social que mejore la calidad de vida de todos los habitantes.