José Alvariño, candidato a consejero escolar, defiende la “cultura del trabajo” y la “disciplina” en su retorno a la política
José Alvariño, ex convencional constituyente de la provincia por el MODIN, el partido que fundara el líder carapintada Aldo Rico y con una trayectoria de 34 años en la docencia, se postula como candidato a consejero escolar por La Libertad Avanza, marcando un retorno a la política con una visión clara sobre los desafíos de la educación local. En una entrevista , el candidato compartió su perspectiva sobre la función del Consejo Escolar y su motivación para involucrarse nuevamente en la esfera pública.
Alvariño, quien participó en la reforma de la Constitución de la provincia de Buenos Aires en 1994, dejó la política para dedicarse plenamente a la docencia. Ahora, al borde de la jubilación, fue convocado por su experiencia en el ámbito educativo. “Voy a volcar mi experiencia docente en justamente en este espacio”, afirmó, aunque aclaró que su rol no es nuevo en la política.
Gestionar, no legislar: la clave del Consejo Escolar
Con una visión pragmática, Alvariño enfatizó el verdadero alcance de la función del consejero escolar. “El consejero escolar lo que hace es manejar o administrar el presupuesto”, señaló, desmitificando la idea de que tienen injerencia en el diseño de la currícula escolar. Para él, su experiencia previa en la función pública le ha brindado un conocimiento valioso sobre las “vueltas que tiene el Estado” para lograr una gestión más efectiva.
A pesar de su experiencia, Alvariño se mostró cauteloso a la hora de establecer prioridades para las obras en las escuelas, reconociendo que el Consejo Escolar de Necochea enfrenta una deuda millonaria y que la mayoría de los establecimientos educativos presentan deficiencias graves. “Si yo te digo algo ahora es arriesgado de mi parte, porque hay que estar conociendo el terreno”, sostuvo, defendiendo la necesidad de un análisis exhaustivo y un consenso con los demás consejeros.
Desafíos en la currícula y el llamado a la participación
El candidato también se refirió a la importancia de adecuar la educación a la realidad productiva de la región. Mencionó la mesa del COPRED como un espacio clave para discutir y fijar objetivos, pero lamentó que no siempre funcione bien debido a la falta de participación de la industria y el comercio local.
Finalmente, Alvariño hizo un llamado a la participación cívica, destacando que su regreso a la política se debe a un deseo de cambiar las cosas que no le gustan. “Si no te involucrás, no tenés, para mí, no tenés derecho a quejarte”, sentenció, reflejando su convicción de que la participación activa es la única vía para generar un cambio real en la sociedad.