Necochea, 28 de agosto de 2025 – A poco más de una semana de las elecciones, el clima político en Necochea se presenta inusualmente calmo. A la apatía general de la población se suman imprevistos que han paralizado a las principales fuerzas políticas, congelando de facto la actividad proselitista en el distrito.
El silencio libertario tras los escándalos
Las listas de La Libertad Avanza (LLA), tanto la de Cerezuela-Vallota como la de UyL de Amilcar-Cherichetti, han optado por el bajo perfil y la escasa exposición pública. La directiva parece ser provincial, una reacción al “karinagate” que ha golpeado a la imagen del oficialismo nacional.
Para la lista de Amilcar, la situación se agrava por el escándalo de corrupción en la intervención de la obra social Osprera. Fuentes internas señalan que la obra social, investigada por presuntos pagos millonarios a una droguería, es un pilar fundamental para el trío Zubillaga-Sánchez-Amilcar. El temor a preguntas incómodas en los medios, relacionadas con las irregularidades en Osprera, ha sido un factor clave para que la campaña se limite a un silencio estratégico.
El peronismo, paralizado por las divisiones
Por el lado del peronismo, la situación no es mejor. La campaña de la lista de Rivero y Blanco, que arrancó con profundas heridas internas, no ha logrado movilizar a la militancia ni generar entusiasmo. El “massismo” local, atrincherado en el Consorcio del Puerto, parece más preocupado por la continuidad laboral de sus empleados que por brindar el respaldo militante y económico necesario.
El descontento y la falta de motivación han hecho que la campaña se diluya en un par de entrevistas radiales y poco más, dejando a la lista en una soledad casi absoluta.
De esta forma, la recta final hacia las elecciones en Necochea se vive sin la habitual efervescencia política, con las principales fuerzas en un compás de espera que podría ser tan decisivo como un acto de campaña