La multinacional sueca dejará de fabricar rodamientos en el país y pasará a importar desde Brasil. La UOM calificó la medida como “un símbolo del achique industrial”. El Ministerio de Trabajo bonaerense intervino para garantizar indemnizaciones mejoradas.
La empresa SKF Argentina, filial local de la multinacional sueca especializada en rodamientos y soluciones industriales, confirmó el cierre definitivo de su planta en Tortuguitas luego de casi un siglo de producción en el país. La medida implica el despido de 150 trabajadores y el fin de una de las fábricas más emblemáticas del rubro metalúrgico.
Según informó la compañía, la decisión responde a un “proceso de reconversión” de su operación local hacia un modelo importador desde Brasil, abandonando así su esquema histórico de producción nacional.
El anuncio se da en medio de un contexto de apertura económica, retracción industrial y caída del empleo manufacturero, que golpea especialmente a las pymes y multinacionales radicadas en el conurbano bonaerense.

Reacción sindical: “Mientras el mundo cuida su producción, Argentina abre sus puertas”
El secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), Abel Furlán, lamentó el cierre y lo consideró un reflejo del deterioro del sector.
“Mientras el mundo cuida su producción, Argentina abre sus puertas a todo lo importado. SKF se va a reconvertir en importadora y perdemos puestos de trabajo”, señaló el dirigente, tras reunirse con el presidente de Brasil, Lula da Silva.
Furlán agregó que la firma “en 90 años vivió momentos difíciles, pero nunca tomó una decisión como esta”, y advirtió sobre una transformación estructural del modelo productivo argentino.
Negociaciones e intervención provincial
El Ministerio de Trabajo bonaerense intervino en las últimas horas para garantizar que los empleados despedidos reciban indemnizaciones completas y mejoradas, y buscar un acuerdo que evite nuevos conflictos.
Fuentes sindicales y del gobierno provincial coincidieron en que el caso de SKF podría marcar un precedente dentro del proceso de desindustrialización que atraviesan numerosos sectores manufactureros del país.
Caída productiva y pérdida de empleos
El presidente de la Asociación de Industriales Metalúrgicos (ADIMRA), Elio Del Re, advirtió que la actividad del sector “muestra señales de estancamiento” y que “las importaciones alcanzan niveles récord”.
Según datos de la entidad, la producción metalúrgica cayó 5,2% interanual en septiembre y 1,1% respecto de agosto, alcanzando su menor nivel de capacidad instalada desde junio de 2020. Las provincias más afectadas son Buenos Aires y Córdoba.
“La apertura indiscriminada promete precios bajos a corto plazo, pero sale caro a futuro. La industria nacional atraviesa niveles productivos casi idénticos a los de 2024. Es una parálisis preocupante”, alertó Del Re.

Antecedente: Lumilagro y la reconversión forzada
El caso de SKF se suma a otros cierres y reestructuraciones, como el de la fábrica de termos Lumilagro, que en septiembre redujo su producción local al 40% y despidió a 130 trabajadores.
“Esto es re-adaptarse o morir”, había resumido entonces su gerente comercial, Carlos Bender, al justificar la medida.







