Una investigación conjunta de las Delegaciones de Investigaciones (DDI) de Necochea y Mar del Plata ha puesto al descubierto una sofisticada red delictiva dedicada al robo y desguace de automotores en ambas ciudades. Las alarmas se encendieron tras un megaoperativo en el que se incautó una importante cantidad de autopartes y accesorios de vehículos robados, revelando el modus operandi de la organización.
La banda, según las primeras pesquisas, sustraía vehículos de diversas marcas y modelos para luego desmantelarlos en talleres clandestinos. Las piezas obtenidas eran posteriormente introducidas en el mercado negro, alimentando un circuito ilegal de difícil rastreo.
Uno de los hallazgos que intensificó las labores de inteligencia fue la aparición de un Volkswagen Gol en la intersección de las calles 65 y 40 de Necochea. El vehículo, que había sido robado en la ciudad de Mar del Plata, fue abandonado en el lugar, y las autoridades no descartan su vinculación con un reciente robo perpetrado en una vivienda de la vecina localidad de Quequén.
Los detectives se encuentran analizando minuciosamente las imágenes captadas por el Centro de Monitoreo Municipal y llevando a cabo diversas tareas de inteligencia para identificar a los responsables. En este sentido, ha surgido un patrón recurrente en los vehículos sustraídos: muchos de ellos circulaban con patentes adulteradas, correspondientes a otros rodados de similares características. Además, se ha constatado que la numeración de los cristales tampoco coincidía con la original, una clara señal de la manipulación a la que eran sometidos.
La investigación también ha permitido recuperar motocicletas que habían sido robadas en Mar del Plata y que fueron encontradas en Necochea, lo que refuerza la hipótesis de un corredor delictivo entre ambas ciudades. Las autoridades continúan trabajando para desarticular por completo a esta organización y llevar a sus integrantes ante la justici