El proyecto para reactivar el Casino de Necochea sufrió un nuevo revés. Esta semana, la licitación lanzada por la Provincia de Buenos Aires para la explotación de tragamonedas en siete salas de juego quedó desierta en la ciudad, luego de que ninguna empresa presentara ofertas para operar la sala local.

Necochea fue una de las tres salas sin oferentes, junto con Sierra de la Ventana y Mar de Ajó. Por el contrario, los casinos de Tandil, Miramar y dos de Mar del Plata (Hermitage y Hotel Sasso) sí despertaron interés de empresas como Boldt, Casino Victoria y una UTE vinculada al gremio gastronómico, que competirán por las concesiones por 20 años.
La falta de propuestas para Necochea se explica, en parte, por el deterioro de la infraestructura y el mayor volumen de inversión que se necesita en comparación con otras plazas. El proyecto exigía no solo la explotación de tragamonedas, sino también mejoras en los edificios, un punto que parece haber sido determinante para los privados a la hora de tomar distancia.
El edificio: entre el abandono y la redefinición
Actualmente, la sala local solo funciona con paño (juegos de mesa) y depende directamente de la Provincia. En paralelo, el edificio del Complejo Casino –propiedad del municipio– permanece en un estado de degradación visible. Su teatro auditorium, incendiado en 2020, aún no ha sido restaurado. Si bien se informó que se cobró el seguro correspondiente, la falta de avances concretos mantiene latente la discusión sobre su futuro.
Desde el Municipio, en los últimos años se han expresado distintas líneas de trabajo para recuperar el complejo, incluyendo proyectos de concesión, reubicación, loteos parciales o propuestas patrimoniales. Sin embargo, ninguna logró aún materializarse. La situación requiere de consensos políticos y condiciones económicas favorables, en un contexto general que no ayuda.
Un esfuerzo por sostener la actividad
Mientras tanto, unos 60 trabajadores continúan vinculados a la actividad, resistiendo el cierre definitivo. La posibilidad de trasladar la sala de juegos a otro edificio dentro de la ciudad aparece como alternativa, pero necesita una nueva ordenanza del Concejo Deliberante y condiciones actualizadas en una futura licitación.
El gobierno local ha manifestado en reiteradas oportunidades su intención de preservar la actividad y explorar opciones viables, pero los tiempos políticos y las dificultades administrativas siguen estirando los plazos.
Un símbolo que interpela
El edificio del casino se ha convertido, con el paso del tiempo, en una postal que interpela a toda la dirigencia. Su estado actual resume años de indefiniciones, crisis presupuestarias y vaivenes institucionales.
Para que Necochea recupere este ícono cultural, turístico y económico, se requerirá no solo una nueva licitación provincial con reglas más flexibles, sino también un diálogo fluido entre todos los actores locales, provinciales y privados.
El tiempo apremia. Y aunque el potencial está intacto, el desafío ahora pasa por transformar las ideas en decisiones.