El catastrófico retroceso electoral de la UCR en la Provincia


La Unión Cívica Radical (UCR) sufrió un duro revés en la última elección provincial: perdió seis bancas en el Senado, ocho en Diputados y decenas de concejalías en todo el territorio bonaerense. El retroceso marca un contraste con el impulso obtenido en 2021, cuando de la mano de Facundo Manes habían logrado un crecimiento legislativo dentro de la coalición Juntos.

El fin de una alianza clave

Por primera vez en una década, los radicales compitieron sin el paraguas de Juntos, la coalición que los había sostenido junto al PRO, la Coalición Cívica y otras fuerzas como el GEN de Margarita Stolbizer. El resultado fue adverso, en un escenario polarizado donde el peronismo se impuso con amplitud sobre La Libertad Avanza, nuevo socio estratégico del macrismo.

“Peor hubiese sido perder la identidad y militar una boleta con la que no estamos de acuerdo”, justificó un dirigente radical que integró la alianza Somos, espacio que reunió a macristas y peronistas desencantados.

Divisiones internas y votos dispersos

El quiebre entre el sector que responde al presidente de la UCR nacional, Martín Lousteau, y el que conduce el bonaerense Maximiliano Abad debilitó aún más las chances electorales.

La mayoría de los radicales se presentó dentro de Somos Buenos Aires, que obtuvo el 5,25% (424.671 votos). Otro sector compitió en Nuevos Aires, espacio referenciado en el exintendente de San Isidro Gustavo Posse, que sacó el 1,30% (105.685 votos). La fragmentación impidió superar el umbral del sistema D’Hondt y dejó al partido con resultados mínimos en las secciones electorales.

En el Senado, de las siete bancas que ponía en juego, solo pudo retener dos: una por la Sexta y otra por la Cuarta Sección. En Diputados, de las ocho bancas en disputa, apenas revalidó una en la Sexta. De esta forma, desde diciembre la UCR quedará reducida a cinco diputados provinciales.

El impacto de las divisiones

El caso más evidente de la dispersión se dio en la Tercera Sección Electoral. Allí, la lista de Nuevos Aires, con Mauricio D’Alessandro como candidato, sumó el 3,22%, mientras que Somos, encabezada por Pablo Domenichini —alineado con Lousteau—, obtuvo el 2,82%. Por separado, no alcanzaron ninguna banca; juntos hubieran superado el cociente electoral y mantenido representación.

El desafío nacional en octubre

El panorama se vuelve más complejo para octubre. La UCR pone en juego tres bancas de diputados nacionales obtenidas en 2021 por Facundo Manes, Danya Tavela y Fabio Quetglas. Sin embargo, también irá dividida: mientras un sector se encolumnó detrás de Provincias Unidas, varios intendentes del interior —que gobiernan 27 de los 135 municipios bonaerenses— decidieron integrarse a la lista de la Coalición Cívica que lidera Juan Manuel López, en rechazo a la candidatura de Florencio Randazzo como primer postulante de Provincias Unidas.

Con la fractura a la vista, el radicalismo bonaerense enfrenta una de sus peores crisis de representación en los últimos años y arriesga, en la elección nacional, perder todavía más peso político en el Congreso

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