El PAMI desfinancia al sistema de salud local: peligran 45 empleos y 50 camas en una clínica de Necochea


La política de desfinanciamiento del PAMI, que ya había sido advertida por el municipio, ha comenzado a mostrar sus consecuencias más graves en Necochea. El impacto, que se venía sintiendo en el sistema sanitario público, ahora golpea al sector privado, poniendo en jaque a la Clínica Psiquiátrica “José Ingenieros”, una institución clave para la salud mental en toda la región.

Con el respaldo de las autoridades municipales, el director de la clínica, Gonzalo Pérez Cortizo, denunció una situación “caótica” y la posibilidad real de un cierre definitivo. El principal motivo es el corte de pagos por parte del PAMI, que adeuda a la institución el mes anterior y lleva un retraso de 50 días. Según el director, el silencio de las dependencias regionales del PAMI es total, dejando a los responsables de la clínica “en ascuas” y sin saber cómo enfrentar la crisis.

La desesperante situación pone en riesgo directo a 45 puestos de trabajo y la atención de 50 camas activas, cruciales para pacientes con patologías agudas y crónicas. El director de la clínica subraya la ironía de que, mientras el dinero del pago parece haber sido liberado, los fondos no llegan a la institución, que debe afrontar el cierre de sueldos y la manutención de sus servicios.

Un sistema de salud al borde del colapso

La crisis con el PAMI no es un hecho aislado. Pérez Cortizo explicó que los costos de las obras sociales son deficitarios y que la situación con la principal obra social de jubilados, sumada a las demoras y un “silencio total”, hacen “imposible mantener la clínica abierta”. Este panorama se agrava por el hecho de que la clínica “José Ingenieros” es un polo de derivación en salud mental para el partido de Necochea y localidades vecinas como Mar del Plata y Villa Gesell.

Con 42 años de trayectoria y tras haber subsistido a crisis anteriores, el director reconoció que la situación actual es insostenible. La falta de financiación no solo amenaza los empleos y los servicios de la clínica, sino que también pone en riesgo la infraestructura de salud mental en la región, que ya ha visto cerrar otras instituciones. La única esperanza, según Pérez Cortizo, es la intervención del intendente Arturo Rojas, quien se ha comprometido a gestionar una solución ante los niveles provincial y nacional. La situación expone la fragilidad de un sistema de salud que, al ser desfinanciado por el PAMI, podría colapsar si no se toman medidas urgentes.

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