Los violentos temporales que azotaron la costa bonaerense a lo largo de 2025, en especial la atípica y prolongada sudestada de junio, no solo dejaron un rastro de destrucción, sino que también desnudaron de la forma más brutal una catástrofe ambiental largamente anunciada:
La erosión imparable que devora las playas de Quequén. Mientras el mar avanza sobre la costa, llevándose más de 50 metros de playa en los últimos años, la responsabilidad apunta directamente a la ampliación de la escollera sur de Puerto Quequén, un pasivo ambiental que el consorcio portuario insiste en ignorar
Los fenómenos climáticos de este año, como el fuerte temporal que impactó la Costa Atlántica a principios de enero, han recrudecido un problema crónico. Sin embargo, fue la excepcional sudestada del 23 de junio la que marcó un punto de inflexión. El doctor en Ciencias Naturales Federico Isla, del Instituto de Geología de Costas y del Cuaternario, advirtió que el evento fue extraordinario por su duración y extensión, afectando desde Chubut hasta Mar del Plata y provocando que la erosión apareciera “en zonas donde no había”.
Para Quequén, esto significó la aceleración de un proceso que ya era crítico. La comunidad ha visto cómo el camino costero se vuelve cada vez más angosto y peligroso, obligando a la Municipalidad a realizar constantes trabajos de relleno con tierra como una solución parche e insostenible. El avance del mar no solo amenaza la infraestructura vial, sino que pone en jaque viviendas particulares y el futuro turístico de la localidad.[3][6]
La escollera: el origen de un desastre anunciado

Tanto los vecinos como los especialistas coinciden en el diagnóstico: el punto de quiebre fue la extensión de la escollera sur en 2004.[2][3][4] Esta obra, según estudios como el del Instituto Nacional del Agua (INA) de 2020, alteró de forma irreversible la dinámica del litoral al interferir en el transporte natural de sedimentos.[8] El resultado es un déficit crónico de arena en las playas de Quequén, que ahora pagan el precio del desarrollo portuario.
Lo más grave es que las consecuencias eran conocidas. El propio estudio de impacto ambiental previo a la obra advertía sobre el riesgo de erosión y establecía como medida de mitigación obligatoria la construcción de una planta de “Sand By Passing” Esta planta debía bombear arena desde las playas de Necochea para reponer la que se pierde en Quequén. Veintiún años después, esa obra fundamental sigue sin ejecutarse, evidenciando una flagrante irresponsabilidad por parte del Consorcio de Gestión de Puerto Quequén. Si bien desde el Consorcio oportunamente se cuestionó la imposibilidad de construir la planta por cuestiones relacionadas con el dragado del canal de acceso, se ofreció como alternativa el by Pass vía dragado y refulado. sin embargo esta alternativa nunca se encaró concretamente quedando sólo en promesas.
Un futuro entre la inacción y la amenaza climática
Mientras Puerto Quequén elude su responsabilidad legal y ambiental, el pronóstico es cada vez más sombrío. Informes provinciales ya anticipan un incremento de tormentas intensas para lo que resta del año, lo que sin duda agravará la presión sobre una costa ya debilitada.
La erosión en Quequén ha dejado de ser una simple preocupación para convertirse en una emergencia. Los temporales de 2025 son la prueba irrefutable de que la inacción tiene un costo altísimo. La pregunta que resuena entre los vecinos es hasta cuándo las autoridades portuarias seguirán mirando hacia otro lado mientras el mar se traga el futuro de la ciudad
La técnica para recuperar una playa: ¿cómo funciona el bypass de arena?

Un sistema de bypass (trasvase o derivación) de arena es una obra de ingeniería diseñada para imitar y corregir la interrupción del transporte natural de sedimentos causado por estructuras costeras como las escolleras de un puerto.[1] Su objetivo es simple: tomar la arena que se acumula de forma natural en un lado de la estructura (donde sobra) y depositarla en el otro lado, donde la falta de arena provoca erosión.[2]
El proceso se realiza fundamentalmente a través del dragado y el refulado:
- Dragado: Una embarcación especializada, llamada draga, extrae arena del fondo marino en la zona de acumulación. Lo hace mediante un sistema de succión, similar a una aspiradora gigante, que absorbe una mezcla de arena y agua.
- Transporte: Esa mezcla (llamada hidromezcla) se transporta a través de una tubería de gran tamaño.] La tubería puede ser flotante o submarina y se extiende desde la draga hasta la zona que necesita ser rellenada.
- Refulado o Relleno: Finalmente, la mezcla de arena y agua es bombeada y depositada directamente sobre la playa erosionada. El agua escurre y drena de nuevo hacia el mar, mientras que la arena se asienta, recuperando el perfil y la extensión de la playa
Este método no solo permite reconstruir playas y proteger la infraestructura costera, sino que también es fundamental para mantener la navegabilidad de los canales de acceso a los puertos. Es una solución proactiva que, si se hubiera implementado en Quequén como estaba previsto, podría haber evitado el desastre actual.
Proyectos recientes de rellenos en playas:
A partir de la necesidad de combatir la erosión costera y potenciar el turismo, diversos países de Sudamérica han impulsado importantes proyectos de relleno de playas mediante el método de dragado y refulado. A continuación, se enumeran cinco ejemplos recientes y destacados en la región:
- Cartagena, Colombia (2021-2025): Como parte de un megaproyecto de protección costera para mitigar la erosión, se han realizado varias fases de relleno de playas en la zona de Bocagrande.Las obras, que incluyeron la construcción de espolones y el refulado de arena, buscan recuperar el perfil original de la franja costera y proteger la infraestructura turística de la ciudad. El proyecto se reactivó a principios de 2025 tras una inyección adicional de recursos por parte de la Unidad de Gestión del Riesgo (UNGRD) y la Alcaldía Mayor.
- Balneario Camboriú, Brasil (2021): Considerada una de las obras de “engorde” de playas más ambiciosas de Brasil, este proyecto transformó la fisonomía de la Playa Central. La empresa belga Jan De Nul dragó y depositó millones de metros cúbicos de arena, ampliando la franja de playa de un promedio de 25 a 70 metros. El objetivo principal fue resolver el problema de la falta de sol en la playa, provocado por la sombra de los altos edificios, además de ofrecer una protección más eficaz a la costa y revalorizar la zona.
- Itapoá, Brasil (2025): En octubre de 2025 se inició uno de los proyectos de infraestructura costera más grandes del país en Itapoá, estado de Santa Catarina. La obra contempla el dragado de 6,5 millones de metros cúbicos de arena para profundizar el canal de acceso a la Bahía de Babitonga, lo que permitirá el ingreso de buques de mayor tamaño a los puertos de Itapoá y São Francisco do Sul. La arena extraída se utilizará para ampliar en 8 kilómetros la franja costera, transformando el litoral para 2026.
- Santa Verónica, Colombia (2025): En el departamento del Atlántico, a finales de octubre de 2025 comenzaron las obras de recuperación de 2,1 kilómetros de playa en el corregimiento de Santa Verónica.[6] El proyecto incluye la construcción de espolones y un relleno hidráulico que permitirá ganar 80.000 metros cuadrados de nueva superficie costera. La iniciativa, financiada con recursos de la gobernación, busca reactivar el turismo y proteger el sustento de las familias locales afectadas por el avance del mar.
- Mar del Plata, Argentina (obras recurrentes y proyectadas): Si bien el último gran refulado se realizó a fines de la década de 1990, Mar del Plata ejecuta obras de mantenimiento y tiene una necesidad constante de un nuevo proyecto a gran escala.En enero de 2025, comenzaron trabajos de dragado en el puerto local, contemplando el refulado de parte de la arena extraída en la zona de Playa Grande. Proyectos anteriores, como el de 2018, también incluyeron el volcado de arena en este popular complejo de balnearios.La ciudad reclama una obra de mayor envergadura para contrarrestar la erosión natural y los efectos del cambio climático.





