Kicillof Frente Propio


Kicillof arma su Plan B electoral: Presentará un frente propio ante la chance de no cerrar la unidad peronista


Con el reloj en contra y la fecha límite para la presentación de alianzas pisándole los talones (este miércoles), el gobernador Axel Kicillof movió sus fichas. Mantuvo una reunión clave con sus intendentes más leales para definir una estrategia: presentar un frente electoral propio como “Plan B”, por si no se logra la tan ansiada lista única del peronismo para el 19 de julio.


La movida de Kicillof responde a una necesidad clara. Con el PJ bonaerense bajo el control de Máximo Kirchner, el gobernador busca asegurar un “andamiaje jurídico-electoral propio” que le permita competir sin depender exclusivamente de los acuerdos que se tejan con La Cámpora.

Todo apunta a que el partido elegido para este frente será el Frente Grande, una fuerza que lidera el intendente de Ensenada, Mario Secco. De hecho, a fines de abril, Secco ya había encabezado una asamblea partidaria donde se aprobó la conformación de una coalición con los partidos que integran el Movimiento Derecho al Futuro (MDF), el espacio de Kicillof.

La desconfianza en el aire: la pulseada por los apoderados

La discusión central, en estas horas cruciales, pasa por la designación de los apoderados. Kicillof busca que el nuevo frente incluya también apoderados de su armado político, con un sistema de firmas cruzadas. Una movida estratégica para garantizar que las listas seccionales no puedan ser movidas sin su aval, dejando en evidencia las desconfianzas que persisten en la construcción de este frente peronista.

Por la Casa de Gobierno desfilaron este lunes varios jefes territoriales cercanos al gobernador, como Mario Secco (Ensenada), Jorge Ferraresi (Avellaneda), Andrés Watson (Florencio Varela), Juan José Mussi (Berazategui) y Julio Alak (La Plata). También estuvieron referentes clave que trabajan por la unidad, como Alberto Descalzo y Federico Otermín (Lomas de Zamora).

Reunión con Massa y Máximo, pero pocas certezas

Este lunes, Kicillof se reunió en La Plata con Sergio Massa y Máximo Kirchner. Sin embargo, hubo un hermetismo total sobre las definiciones electorales. Solo trascendió que se logró avanzar en “una agenda común, con unidad, en torno a los principales problemas que afectan a los argentinos”.

Entre las “preocupaciones random” que se mencionaron, figuraron los despidos y cierres de fábricas, la caída del consumo, la crisis energética, la baja en la recaudación y la disolución de Vialidad. Un clásico de las reuniones sin acuerdos firmes.

Para sumar más condimento a la interna, este lunes también trascendieron algunas diferencias por las definiciones del Congreso del PJ bonaerense de Merlo. De ese cónclave había surgido una mesa conformada por Mariel Fernández, Federico Otermín, Verónica Magario y Gabriel Katopodis, encargada de armar el frente peronista. Pero apenas horas después, desde La Cámpora le informaron al entorno del gobernador que Máximo Kirchner también integraría esa mesa. En el Movimiento Derecho al Futuro lo vieron claro: ese grupo quedaba “completamente desequilibrado” para negociar la unidad.

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