Carne, tarifas y combustibles mostraron subas muy por encima del promedio.
La dinámica inflacionaria en Argentina ha vuelto a encender las alarmas entre las principales consultoras económicas, que advierten sobre una marcada aceleración en los precios durante abril y lo que va de mayo. Para el ciudadano de a pie, la inflación se siente al doble de velocidad, impulsada principalmente por el incesante aumento en el costo de los alimentos.
Los datos preliminares de abril, a la espera de la publicación oficial del INDEC, sugieren un Índice de Precios al Consumidor (IPC) entre el 8,5% y el 9,1%. Las proyecciones para mayo no son más alentadoras, con estimaciones que varían entre el 9% y el 10%. Este escenario representa una “desaceleración de la desaceleración”, un freno en la tendencia a la baja observada en meses previos, como el 11% de marzo y el 13,2% de febrero.

El principal motor de esta preocupante tendencia es, sin duda, el rubro de alimentos y bebidas, que registra incrementos sustancialmente superiores al promedio general. Mientras el IPC de abril se movería en el rango antes mencionado, el costo de la canasta alimentaria se disparó entre el 15% y el 18% para el mismo período. Esta brecha explica la percepción de que la inflación golpea con el doble de fuerza en el presupuesto familiar, afectando desproporcionadamente a sectores de menores ingresos.
Diversas consultoras ratifican esta visión. EcoGo estimó un IPC de 8,7% para abril y proyecta un 9,2% para mayo, con la inflación de alimentos alcanzando un alarmante 18%. LCG calculó un 8,5% de IPC para abril y prevé un 9,2% para mayo, destacando un 15,6% en alimentos. Por su parte, C&T ubicó el índice general de abril en 9,1% y los alimentos en 18,2%, mientras que FMyA reportó un 8,8% y un 15,3% respectivamente.
Los factores que explican este repunte en los precios de los alimentos son variados: elementos estacionales, un efecto de base en artículos con precios bajos en marzo, y una leve fluctuación del dólar paralelo durante abril que generó expectativas alcistas en la cadena de valor. La inercia inflacionaria y la dificultad para anclar expectativas también juegan un papel crucial.
De cara a los próximos meses, las proyecciones continúan siendo desafiantes. EcoGo anticipa entre 9% y 10% para junio, y LCG espera un 8,5%. Estas cifras muestran lo lejos que se encuentra el Gobierno del objetivo autoimpuesto de una inflación mensual inferior al 5%. A la presión sobre los alimentos se suman futuros aumentos en tarifas de servicios públicos y las exigencias del Fondo Monetario Internacional (FMI).






