Buscan actualizar valores tras la escalada del dólar
Buenos Aires, 28 de agosto de 2025 – A días de una elección decisiva en la provincia de Buenos Aires, las empresas de consumo masivo han intensificado la presión sobre los precios, enviando listas con aumentos que alcanzan hasta el 7,5%. Esta estrategia, que busca actualizar valores tras la escalada del dólar, choca de frente con la intención del gobierno de mantener la inflación contenida antes de que los ciudadanos acudan a las urnas.
La tensión en las góndolas
El intento de remarcación se mantuvo en suspenso durante gran parte del mes, contenido por la abrupta caída en las ventas y la intervención directa de la administración de Javier Milei. El ministro de Economía, Toto Caputo, fue contundente en su directiva a las grandes cadenas: “No acepten locuras”. A pesar de que la inflación de julio cerró en 1,9%, el Gobierno instruyó a no convalidar aumentos superiores al 4 o 5%, una solicitud que fue desoída por firmas líderes en los rubros alimenticio y de limpieza.
La tensión se refleja en la actitud de mayoristas y supermercados. Si bien reconocen haber recibido las nuevas listas, han optado por diferir su aplicación, argumentando que “no están dadas las condiciones de mercado” debido a la estancada demanda.
La presión de la industria
El menú de aumentos sectoriales da cuenta de la magnitud de la presión contenida. Algunas de las subas aplicadas en las últimas semanas incluyen:
- Aceites: 7,5% en promedio.
- Helados: 16% (para “preparar la temporada de verano”).
- Arcor: entre 3% y 5%.
- La Serenísima: 4%.
- Danone: 3,5%.
- Mondelez: 7% a 9%.
- Unilever: 8%.
- SC Johnson y Softys: 7%.
- Aceiteras (AGD y Cañuelas): 5%.
En supermercados, la canasta de primeras marcas también reflejó ajustes puntuales en productos como pastas secas (5% a 7%), pan rallado (cerca del 7%), gaseosas (4,6%) y panificados (cerca del 3%).
El IPC de agosto: un panorama en dos tiempos
Aunque las mediciones de consultoras como Analytica y Eco Go mostraron una moderación en la inflación de alimentos durante las últimas semanas de agosto, con subas de apenas 0,7% y 0,3% respectivamente, la proyección para todo el mes se mantiene al alza. Los analistas prevén que el IPC de agosto cerrará por encima del 2%.
La variable que modera, por ahora, el traslado pleno de los aumentos es la caída de la demanda. “La demanda sigue planchada como el mes pasado y eso es crucial para atenuar el traslado a precios”, señaló la directora ejecutiva de Qualy, Anastasia Daicich.
Sin embargo, a este cuadro se suma la presión de los “regulados”. YPF aplicó en Córdoba cuatro aumentos en 11 días (+5,3%), mientras que las subas en transporte, electricidad, gas y agua en el AMBA también impulsan el indicador.
La contienda diferida
La pulseada por los precios está lejos de resolverse. Mientras los promedios suavizan la curva, las listas de aumentos enviadas por las empresas anticipan un traslado de precios que solo está en pausa. Las cadenas y la industria, según fuentes del sector, han acordado posponer los ajustes más significativos hasta que la contienda electoral haya concluido. El verdadero impacto inflacionario, por lo tanto, amenaza con hacerse sentir de inmediato cuando el resultado de las urnas bonaerenses se conozca.