El fuego se desató el viernes por la mañana en la residencia Nuevo Amanecer, que operaba sin habilitación oficial. Cuatro ancianos fallecieron y al menos cinco permanecen hospitalizados con pronóstico reservado. La dueña y una empleada fueron aprehendidas, mientras la Justicia investiga responsabilidades.
Junín quedó sacudida por un incendio fatal que puso en evidencia las falencias en el control de establecimientos de salud. El siniestro ocurrió el viernes alrededor de las 6.30 en el geriátrico Nuevo Amanecer, ubicado en la calle Nahuel Payún al 300. Según las primeras hipótesis, un desperfecto en un termotanque habría originado las llamas que rápidamente se expandieron por el edificio, donde descansaban varios residentes.
La evacuación fue inmediata, pero no logró evitar un saldo trágico: cuatro víctimas fatales. La primera fue un hombre de 91 años, quien falleció durante la mañana. Horas más tarde, se confirmaron las muertes de otros dos residentes internados en clínicas privadas de la ciudad. El sábado se sumó un cuarto fallecido, de 80 años, trasladado en vuelo sanitario al Hospital de Esteban Echeverría.
Además, al menos cinco adultos mayores permanecen internados en estado crítico. Entre ellos, un paciente de 74 años en terapia intensiva del Hospital Interzonal; otro de 73, trasladado a 9 de Julio; y dos de 88, derivados y en situación de gravedad. Otros tres permanecen en sala general con asistencia de oxígeno, aunque uno presenta complicaciones pulmonares.
El Ministerio de Salud bonaerense montó un amplio operativo de emergencia con diez ambulancias y recursos aéreos para trasladar a los afectados. La escena, según testigos, fue “un desastre” marcado por gritos, desesperación y la urgencia de rescatar a los ancianos.
La causa quedó a cargo del fiscal Martín Laius, quien la caratuló como homicidio culposo en concurso con lesiones culposas. “El panorama continúa igual, recién el martes estarán los resultados de las pericias de Bomberos”, explicó. Confirmó además la aprehensión de la presunta dueña del establecimiento, de 43 años, y de una empleada. Ambas están bajo investigación, ya que el geriátrico funcionaba sin habilitación vigente.
La tragedia reavivó la preocupación sobre el control y las condiciones de funcionamiento de geriátricos en la provincia. Mientras familiares de las víctimas exigen justicia, la comunidad de Junín aún intenta asimilar un hecho que dejó dolor, indignación y preguntas sin respuestas.
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