Tres Arroyos, 25 de septiembre de 2025. – El histórico frigorífico Anselmo, con más de 90 años de trayectoria en la industria cárnica, presentó la quiebra en el Juzgado Civil y Comercial de Tres Arroyos, dejando en vilo a más de un centenar de trabajadores directos e indirectos. La decisión no solo golpea a las familias de los empleados, sino también a proveedores, transportistas, comercios y servicios que dependían de la planta, generando un fuerte impacto en la economía local.
Una crisis anunciada
El desenlace no sorprendió a los empleados ni al gremio. Desde principios de año se acumulaban salarios atrasados, cheques rechazados por más de $120 millones y una reducción drástica de personal. En los últimos meses se concretaron unos 40 despidos directos y 35 tercerizados, además de retiros voluntarios.
En septiembre, la situación se agravó: los trabajadores dejaron de percibir la quincena y resolvieron suspender las tareas habituales, limitándose al mantenimiento de la planta.
“El problema no es la gente ni el gremio, el problema es la administración, que ha sido un desastre”, denunció Néstor García, secretario general del Sindicato de la Carne de Tres Arroyos, al responsabilizar a la conducción empresaria por la falta de respuestas.
De emblema provincial al derrumbe
Fundado en 1930, el frigorífico llegó a ser un referente en la faena y elaboración de carnes en la provincia de Buenos Aires. Sin embargo, su historia estuvo marcada por dificultades financieras y sucesivos cambios de dueños: pasó de la familia Hernández a Santiago Bracco, luego a Nicolás Ambrosius, y finalmente al grupo empresario que lo administra en la actualidad, sin lograr revertir la crisis.
La planta contaba con mataderos de bovinos, porcinos y ovinos, además de una fábrica de chacinados. Para sostener la actividad necesitaba faenar al menos 2.000 cabezas por mes, pero en los últimos tiempos apenas superaba las 1.500, con balances negativos y sin margen de maniobra.
Incertidumbre y asamblea gremial
Tras conocerse la presentación de la quiebra, el Sindicato de la Carne convocó a una asamblea de trabajadores para definir los pasos a seguir. La preocupación es generalizada: los empleados no solo enfrentan la pérdida de sus empleos, sino también la falta de información sobre cómo avanzará el proceso judicial.
El cierre de Anselmo impacta de lleno en la vida económica y social de Tres Arroyos. Su paralización arrastra a una extensa red de proveedores, transportistas y comercios locales, dejando a la ciudad frente a un escenario de incertidumbre y crisis laboral.